Uno de los yacimientos arqueológicos más importantes en México en relación con la civilización maya es, sin dudas, la zona arqueológica de Chichén Itzá. Este sitio arqueológico se encuentra localizado en la península de Yucatán, concretamente en el municipio de Tinum. En Chichén Itzá se encuentra uno de los juegos de pelota más grandes de Mesoamérica; si deseas conocer más al respecto, a continuación encontrarás toda la información que necesitas saber.
Un poco de historia
La antigua ciudad maya de Chichén Itzá fue fundada alrededor del año 500 d.C. por pobladores que provenían de Bacalar; estos se hacían llamar chanes (más tarde pasarían a denominarse Itzá y luego cocomes) y continuaron explorando la península de Yucatán, fundando otras ciudades como Izamal, Ek Balam, entre otras.
La ciudad de Chichén Itzá logró convertirse en una de las principales y con mayor poder de toda la península. Asimismo, Chichén Itzá formó parte de la llamada Liga de Mayapán, que consistía en una alianza de las casas sacerdotales de la península; se trataba de una de las más destacadas de la liga, junto a Mayapán y Uxmal.
Tiempo después, a causa de desacuerdos entre los Jalach wíinik de las ciudades que formaban parte de la Liga de Mayapán, está se disolvió y comenzaron una serie de guerras y luchas. Para el momento del declive maya, Chichén Itzá era una ciudad basada en el militarismo. Para el año 1250 D.C. aproximadamente, la ciudad fue abandonada por motivos que hasta ahora se desconocen.
Pese a encontrarse abandonada por varios siglos, Chichén Itzá se mantuvo como un lugar importante para los mayas, realizando peregrinaciones hasta la antigua ciudad para llevar a cabo rituales en diferentes puntos de la zona, como en el Cenote Sagrado o el Osario.
El juego de pelota
Ahora bien, debido a la importancia que tenía Chichén Itzá, Francisco de Montejo consideró convertir el lugar en la capital de Yucatán. Tanto él como el fray Diego de Landa quedaron sorprendidos por la gran extensión de esta antigua ciudad maya, así como por sus construcciones y estructuras bien conservadas.
Como ya se mencionó con anterioridad, en este yacimiento se encuentra el juego de pelota más grande de Mesoamérica, y es, además, el que mejor está conservado. Se sabe que el juego de pelota era para los mayas una actividad de gran importancia, pues formaba parte de rituales sagrados. Además de esto, el gran juego de pelota de Chichén Itzá cumplía una función astronómica, ya que permitía ver los solsticios y equinoccios.
En lengua maya, el juego de pelota era denominado como ‘pok ta pok’. Se desconoce con exactitud cómo se llevaban a cabo los rituales y cuáles eran las reglas del juego, pero sin dudas era fundamental para la cultura maya. En Chichén Itzá había muchos otros juegos de pelota, pero el Gran Juego de Pelota era el más destacado de la ciudad, tanto por su magnitud como por su importancia en los rituales.
Gran juego de pelota de Chichén Itzá
El Gran Juego de Pelota de la antigua ciudad maya de Chichén Itzá se extiende a lo largo de 168 metros, midiendo de ancho unos 70 metros. Es, indudablemente, la cancha del juego de pelota más grande y espectacular de Mesoamérica. Esta se sitúa en uno de los costados de la gran plaza norte.
Se trata de una gran estructura que, como todos los juegos de pelota, consta de un pasillo central y dos plataformas paralelas que forman una doble ‘T’. Ambas plataformas cuentan con escaleras, las cuales permiten acceder a la parte superior de la estructura, en donde se hallan 3 pequeñas construcciones, donde probablemente accedían jueces, sacerdotes y otras personalidades para observar el juego de pelota.
Ambas plataformas también poseen unos paneles de bajorrelieve en los que se puede observar una escena interesante. En ellos se puede ver cómo unos guerreros y jugadores de pelota están realizando un sacrificio. Se cree que, al finalizar el juego, un jugador era sacrificado, pero no se sabe con certeza si eran los ganadores o los perdedores.
El Gran Juego de Pelota conserva intactos los dos anillos por lo que se debía insertar la pelota durante el juego. Estos anillos de piedra se encuentran decorados con una serpentina de plumas entrelazadas, un símbolo que representa al dios Kukulkán.
Templos del Gran juego de pelota
En la parte norte del gran juego de pelota se encuentra un templo pequeño que es conocido como el Templo del Hombre Barbado. Debido a sus elementos, este pequeño templo se considera un santuario para ritos de fertilidad relacionados con la fecundidad de la tierra y el calor del astro rey, el sol.
La parte sur de la cancha del juego de pelota también cuenta con un templo, aunque esté se encuentra muy destruido. Debido a sus dimensiones, es posible que esta estructura hubiese servido como resguardo para los mayas de élite que presenciaban el juego.
No podemos obviar los otros dos templos que forman parte del Gran juego de pelota de Chichén Itzá. Uno de ellos es el Templo del Jaguar, el cual se ubica en la parte superior de la zona sur de la cara oriental; este posee columnas con serpientes que descienden. El otro templo se ubica en la parte inferior y conserva un trono de Jaguar.
¿Cómo se jugaba el juego de pelota?
Como se mencionó anteriormente, se desconocen con exactitud las reglas del juego de pelota, pero el juego consistía en mantener la pelota en juego. Para lograrlo, la pelota era golpeada con la cadera o los antebrazos, evitando en todo momento que esta cayera al suelo. La pelota representaba el sol, por lo que, si esta caía, era una mala señal.
La cultura maya es, sin dudas, fascinante, y el hecho de poder apreciar las estructuras que formaban parte de sus rituales y costumbres es asombroso. Así que, si quieres estar más en contacto con lo que fue esta antigua civilización, no te puedes perder una visita a Chichén Itzá y su Gran Juego de pelota.
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